Cuando tenemos una empresa de cualquier tipo, es importante contar con empleados altamente capacitado, para la mejor y más efectiva prestación de los servicios que se ofrecen en nuestra organización.

A la hora de la contratación y el mantenimiento del personal, no solamente es importante tomar en consideración sus habilidades intelectuales, sino también otros aspectos como su capacidad de trabajo en equipo de ser necesario, los valores de esta persona, ya que los trabajadores son el talento que mueve a las empresas; gracias a ellos se ejecutan las labores y se crean las estrategias para la mejora de los procesos y el debido cumplimiento de las metas de cada organización.

Sabemos que existen varios tipos de empleados en una empresa, en este caso vamos a hablar de los “trabajadores de confianza”. ¿Qué es un empleado de confianza? Son aquellos, subordinados de una empresa, que cuentan con un mayor rango de responsabilidades dentro de la organización. Son empleados cuya jerarquía es más lineal o simétrica con los puestos altos de la empresa, en comparación a los otros empleados. Son trabajadores que reciben órdenes de forma directa del patrono y se les puede considerar representantes de su superior dentro de la organización.

Dicho esto, podríamos decir que ser un empleado de confianza puede ser visto cómo un paso de crecimiento laboral y un ascenso dentro de la organización, ya que realizan funciones de supervisión como: Dirección, Inspección, Fiscalización, Vigilancia y entre otras.

Cuando tenemos una organización es fundamental realizar los diagnósticos correspondientes dentro de las empresas para obtener los beneficios y resultados que esperamos, en este caso, cuando queremos implementar trabajadores de confianza es importante tener la correspondiente asesoría para escoger a los colaboradores que cuenten con la mejor capacidad de liderazgo y dirección.

Es vital contar con una asesoría externa en materia laboral y de recursos humanos para la escogencia de esos candidatos, para asegurarnos de que estos tengan las aptitudes necesarias para desempeñar adecuadamente las labores de supervisión. Además, es necesario examinar criterios como la modalidad de los servicios que el trabajador presta, la responsabilidad ante sus patronos, lo delicado de su tarea y el grado de autonomía.

Todo esto, además de generar una adecuada distribución de funciones y responsabilidades de manera equitativa y de conformidad con las capacidades de cada colaborador, nos ayuda a tener un buen ambiente laboral donde cada persona puede explotar de la mejor manera sus habilidades profesionales.

En Costa Rica, se menciona este tipo de trabajadores en el artículo 143 del Código de Trabajo, en el cual si bien es cierto no se detalla una definición específica, se incluye a este tipo de empleados dentro de la regulación de la jornada de excepción, las cuales son jornadas especiales que se caracterizan por permitir que cierto tipo de trabajadores ejecuten sus servicios por encima de los limites ordinarios de una jornada laboral sin que esto implique horas extra.

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